Ana Abascal y su hija, Patricia Medina, en su espacio de Paseo de Colón 18 (Sevilla) |
(Fotos: AGRJ)(©Copyright)
En su espacio de Paseo de Colón 19 (Sevilla) reúne con buen gusto todo un universo de antigüedades y otros objetos y piezas más vanguardistas
Mediodía de un soleado diciembre en Sevilla. Un original espejo, de esos que cualquier persona con buen gusto querría tener en su casa cueste lo que cueste, da la bienvenida al visitante, después de que éste pase por una alfombra de hojas caídas. Ya era una sugerente pista de lo que íbamos a encontrar.
Nos adentramos en el nuevo espacio de interiorismo y decoración de Ana Abascal, un lugar que envuelve, atrae y hace pensar en redecorar el hogar. Recorremos diversos ambientes, porque, aunque en realidad se trate de una tienda, es más, mucho más.
Sobre una mesa vestida en tono ocre amarillo, una bandeja de limones, unos tomates de los de verdad y unas ordenadas sardinas ocultas comparten ubicación con destacadas piezas de una cubertería de plata.
Biombos con aires orientales separan diferentes espacios, en los que se encuentran sillas de estilos muy variados, clásicos y vanguardistas; cuadros de siglos pasados; los platos de Ángel Pantoja, quien también quiere estar aquí presente; una bandeja con forma de hoja; mesas y bancos de exterior adaptados a interiores; cerámicas; originales vajillas; espejos de multitud de estilos; un colorido diván; candelabros; consolas; mapas; grabados; cristalería o una espléndida lámpara realizada con cuernos de ciervo.
A lo que hay que sumar una amplia librería repletas de tomos relacionados de una u otra forma con su trabajo y sus mesas de trabajo.
Todo un universo de antigüedades y otros objetos y piezas más vanguardistas que se mezclan entre sí para dar como resultado espacios llenos de atractivo y buen gusto, con los que es posible adaptar a la vida cotidiana objetos de otras épocas.
A Ana Abascal le gusta mezclar, pero para lograr un óptimo resultado hay que saber hacerlo. Desde siempre tuvo claro que era una enamorada del mundo artístico y estético, una pasión que la ha llevado durante su vida a trabajar y colaborar con grandes profesionales de proyección internacional.
Pero también a desarrollarse en ámbitos como la moda -aquí coincide con su hermana Naty-, diseño de vestuario para ópera, decoraciones efímeras, interiorismo y antigüedades.
Se trata de un espacio ecléctico, según lo define Ana Abascal, situado entre la Plaza de Toros y el Teatro de la Maestranza, con objetos de diferente origen, época y estilo, pero siempre elegantes o con algo de fantasía.
Es la propia Ana quien se encarga de buscar la mercancía que más tarde mostrará y pondrá a la venta en su espacio, y que elige basándose en la calidad, elegancia de líneas y proporción de las mismas.
Ella trata de encontrar piezas únicas que tengan "una vida y una personalidad" "que me emocionen y me ayuden a crear espacios vividos y confortables en ambientes actuales", a la vez que intenta ofrecer "variedad a la oferta de antigüedades que existe en Sevilla", algo que consigue gracias a sus conocimientos del mercado nacional e internacional y al empeño que pone para estar al día de todas las cotizaciones.
Además, Ana Abascal dedica parte de su tiempo a realizar proyectos de decoración, dentro de un negocio en el que la mercancía va rotando.
El espacio de interiorismo y decoración de Ana Abascal se encuentra en el Paseo de Colón 18, aunque también se puede acceder a él por la calle Velarde 10.
Allí fuimos recibidos por la propia Ana, su hijos Patricia y Felipe Medina, y sus amigos Carlos Telmo y Alfonso Candau de Génova Comunicación, que en todo momento nos explicaron cada detalle.
¿Te lo vas a perder?
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