La Casa del Estanque, tres veranos en Sevilla

La casa del Estanque, el día de la inauguración (Fotos: Miguel Hidalgo Marín)

Con restaurante, terraza de verano y copas, el espacio inauguró la nueva temporada estival

La vegetación suele aportar frescura al ambiente, lo cual se hace bastante necesario cuando llega el verano en una ciudad en la que, como en Sevilla, el calor aprieta bastante. Por eso, y por el atractivo del lugar, La Casa del Estanque vuelve a la carga en su tercera temporada para ofrecer su espacio a quienes quieren disfrutar de una copa a la luz de la luna o cenar al aire libre.

Al llegar a esta casa, situada en pleno Paseo de la Palmera, dentro de los Jardines de las Delicias (junto al Pabellón de Colombia), lo primero que el visitante se encuentra es el estanque, flanqueado por dos columnas con sus correspondientes bustos clásicos. Y al fondo, el edificio.

La Casa del Estanque nace del antiguo molino de agua del que en su día se sacaba el agua para regar el parque. Pasó el tiempo, el molino perdió su función, debido a la llegada de las nuevas tecnologías, y el edificio quedó abandonado, hasta que unos conocidos empresarios sevillanos del sector del ocio y la restauración decidieron convertirlo en restaurante-terraza de verano-copas.

Envuelta en la vegetación de este parque, del siglo XVIII, y que fue declarado en 2004 Bien de Interés Cultural como Jardín Histórico, La Casa del Estanque cuenta como novedad este año con una brasa para el restaurante, de la que saldrán los pescados y carnes incluidos en la carta, además de la combinación culinaria entre productos frescos y platos clásicos y sofisticados.

¿Ejemplos? Croquetas de Gorgonzola con setas, Nigiris de buey con foie flambeado, Tartar de gambas, ensaladilla de gambón y Tobiko, chocos fritos, dorada, carrillada, Alcachofas baby, Risotto de boletus o Salmorejo de cerezas

También cuenta con carta de vino -tintos, blancos y rosados- y de unos postres que casi mejor no mencionarlos -Brownie de chocolate con helado y espuma de chocolate caliente, Coulant de chocolate y caramelo o sus tartas-.

El lugar, que cuenta con nueva iluminación, se distribuye por zonas; el restaurante se ubica en los jardines, mientras que en la terraza del antiguo molino se encuentra la zona de copas con varias barras, con variada carta de combinados y cócteles acompañados por música, pista de baile y zona con mesas altas para amenas conversaciones.

Todo ello, dentro de una decoración actual, para un espacio que cuenta con unos 198 metros cuadrados de zona cubierta, 300 metros cuadrados en la terraza superior y alrededor de 500 metros cuadrados de jardines.

En la presentación de esta tercera temporada del verano sevillano hubo atractivos para todos los invitados, que pudieron conocer de primera mano parte de su cocina y la diversión que promete ofrecer para este verano.

De atender a los asistentes se encargaron Carlos Telmo y Alfonso Candau, de Génova Comunicación, además de algunos de los socios que han vuelto a dar vida a este bonito espacio tanto para los sevillanos como para sus visitantes.

Quienes elijan visitar este lugar deben saber que a él se puede acceder tanto por el propio Paseo de la Palmera como por la zona trasera -más cómodo para quienes utilicen el aparcamiento del Muelle-.