domingo, 26 de junio de 2011

¡Feliz cumpleaños, prima!

Caminito de Cádiz para la fiesta de cumpleaños de mi prima, de ella y de tres amigas más, que habían decidido pregonar a los cuatro vientos que cumplían... ¡cuarenta años!

Tanta gente intentando que no se descubra su edad y ellas van y organizan un fiestorro para que todo el mundo se entere. Y tan contentas.

Allá que me fui con mi regalo, una toalla-pareo ideal y chulísima que encontré en Sevilla en la tienda Mordisco de Mujer, de mi amiga Ana Nievas, quien tiene allí como para que una se lo compre todo...

Por cierto, que me enamoré de un bolso... bueno de dos o tres, la verdad... Y de una blusa, y un anillo, y una pulsera... ayyy!

Que me disperso... Allí llegué yo, a una playa del Novo y de noche, aunque las indicaciones recibidas fueron exactas. Al fin encontré el chiringuito en el que se celebraba la fiesta en cuestión, después de bajar una cuesta que ni el Tourmalet -peor fue subirla, claro-, pero mereció la pena, sobre todo por estar con mis primas y mis 'contraprimas', encantadoras ellas.

Besos, abrazos, fotos, picoteo de la tierra a modo de cena, cervecitas, vino, tartas, velas y copas, todo ello con música de un dj al que hubo que darle algún tironcillo de orejas, pero que acabó reconduciéndose para que todo el mundo bailara hasta las tantas.
Y sin molestar a los vecinos (que no hay allí, claro).

Las anfitrionas tan felices y ya pensando en la fiesta de los cincuenta. ¡Viva la vitalidad! ¡Besos, prima!

Y yo, a desconectar tres días, antes de la cena del martes con comensales sorpresa...