jueves, 9 de octubre de 2014

Diez novias para gustos variados, por Ángeles Verano


Por Ana García Romero
(Fotos: AGRomero)(©Copyright)

Uno de los nombres imprescindibles en cualquier pasarela de moda flamenca es Ángeles Verano, quien cuenta con una dilatada trayectoria profesional y que cada año viste a numerosas clientes para que luzcan guapas por la Feria. Pero Verano no se queda ahí; sabe tocar más palos, y entre éstos, la moda nupcial no podía faltar.

La cita volvía a ser en el Antiquarium de Sevilla, del que seguimos pensando lo mismo que ayer. El espacio es bueno, pero algo falla. 

Lo que desde luego no falló es la colección nupcial de Ángeles Verano, Sublime, que una vez más demostró que cuando se saben hacer bien las cosas, el resultado es bueno. Luego, para gustos hay colores, como decía aquél, más aún tratándose de algo tan personalísimo como las novias.


 


Pero lo que es objetivo, lo es, y la diferencia con propuestas de otros -aunque las comparaciones sean odiosas, según dicen- fue obvia. Las costuras de Ángeles Verano estaban perfectas; los tejidos delicados como el encaje o el tul se cuidan al detalle, y no faltaron notas características de la creadora, como las mangas en cascada en su justa medida o apliques delicados en faldas.

Su nueva forma de vestir a la mujer en el día más importante de su vida quedó clara tras la presentación de diez propuestas en las que los toques andaluces eran evidentes, incluyendo a veces volantes, aunque también incluyó diferentes diseños más alejados de aires flamencos.





Incluso añade tonos dorados a sus tejidos naturales, saliéndose así a veces del clásico blanco que reserva sobre todo para las propuestas más románticas. O clásicas renovadas, ya que siempre cuentan con alguna característica habitual en su creadora que les otorga un sello propio.


 


Como remate a su presentación, los complementos de Marga Macías terminan de completar las imágenes, piezas destacadas y doradas en su mayoría que se ubican según vaya mejor a cada propuesta.


No faltaron amigos como el diestro Víctor Puerto con su mujer, la modelo Noelia Margotón, que siempre ha apoyado a la diseñadora en todas sus presentaciones. Y que aparecen en esta imagen junto a Ángeles Verano y a Marga Macías.

La próxima cita con Ángeles Verano será en enero, cuando presente sus nuevas creaciones flamencas, que, para nosotros, destacan por varios puntos super importantes: sus trajes no pesan, no dan calor, son cómodos y sirven para cualquier temporada. ¿Qué más pedir?

Aquí van sus datos, para quien quiera contactar con ella.

c/ Cuesta del Rosario nº8 Edif.2, 3º B y D
41004  Sevilla

Teléfono: +34 954 560 279



miércoles, 8 de octubre de 2014

Fernando Claro, el comienzo de algo nuevo


Por Ana García Romero
(Fotos: AGRomero)(©Copyright)

Nueva cita en el calendario de la moda en Sevilla con el nacimiento de Pasarela del Sur, anticipándose así a Andalucía de Moda que pronto, a primeros de noviembre, pondrá en escena la agencia Doble Erre. De nuevo surge esa competencia que elimina monopolios. Pero, ¿es bueno esto o se trata de otro pasito más para dividir a la moda y a los diseñadores? El tema lo dejaremos para otra entrada de EL BALCONCITO, ya que ahora nos centramos en el trabajo de los creadores.

Como Fernando Claro y su Dark Sunrise. La idea es que la oscuridad puede ser el comienzo de algo nuevo. ¿Será premonitorio y todos se unirán para conseguir la fuerza? Nos perdemos del hilo de nuevo...

Fernando Claro presentó en el Antiquarium de Sevilla una colección fuerte, de futuro con pinceladas retro, en la que introduce diseños de esos que toda mujer busca, ya que el creador sabe encontrar los trucos para disimular esos defectillos que siempre se quiere que no existan.



A la vez que apuesta por otros diseños en los que, con sus tejidos y cortes, no hay quien logre disimular nada. Pero es justo reconocer que también hay mujeres que no lo necesitan. A todas ellas, y también a las anteriores, Fernando Claro las viste en tonos calabaza, moka, blanco y negro, aunque a veces se adornan con cuidado con rojo, con Swaroski, con bordados o con flecos.


 

La colección se mostró coherente, comenzando en negro, en la oscuridad de su nombre, para ir poco a poco abriéndose, como el sunrise que proclama, con combinaciones de sus tonos base de esta temporada, hasta llegar al blanco radiante.

 

Surgen las novias, blancas, pero unas novias que se salen del clasicismo; aun así, varios de sus diseños seguro que serían elegidos por mujeres tradicionales. Pero también actuales.

Sus tejidos caen con una delicadeza que no resta un ápice de fuerza a la mujer, moderna, que a veces se atreve con destacadas hombreras -una de las apuestas claras del creador nazareno-, y en otras ocasiones prefiere amplitud en las mangas; o eliminarlas por completo.



El pantalón también tiene cabida en este mundo, como prenda independiente o formando parte de monos, al igual que algunas llamativas transparencias de pasarela.

Para poner todo esto en pie ha creado un universo que surge de punto de seda, raso elástico, gazar de seda o mikados, rematando sus propuestas con el calzado de Pilar Burgos.



Fernando Claro contó con la compañía de amigos como Kira Miró, la actriz María León o Manuel Lombo, además de clientes habituales y fieles como las hermanas Fátima y María Rodríguez de la Borbolla (¡besos, chicas!) y, por supuesto, de su familia, tan implicada en su trabajo y que nunca le deja solo: su mujer, Charo Guerrero, y sus hijos Beatriz y Fernando.





Beatriz Claro, flanqueada por Fátima y María Rodríguez de la Borbolla
Aquí van los datos para contactar con Fernando Claro:

Teléfono: +34 954 228 220
c/ Adriano 29
Sevilla

Oficina: +34 954 073 0056 (horario: de lunes a viernes, de 9.00h a 13.30h)

Por cierto, que no se nos olvide algo que no tiene que ver con este creador, sino con el espacio, el mismo para todos los desfiles, el Antiquarium. Un lugar que a priori prometía se quedaba insulso, frío, no resultaba acogedor, de la luz ni hablemos, no digamos del público curioso o de paso por detrás de la cristalera que separa la sala de los restos arqueológicos. En cuanto a encontrar el acceso, casi digno de investigadores profesionales. Ni un cartel. Tan sólo dos azafatos que hacían lo que podían para reclutar a los que parecían potenciales visitantes.

Eso sí, en el fondo de la pasarela no faltaba ni un logo ni un nombre...