lunes, 12 de enero de 2015

Una solución para el caos de pasarelas y diseñadores, por favor


(Fotos: AGRomero)(©Copyright)

¿Qué os parece esta imagen? Es del desfile de Pilar Vera en Simof 2014.

¿Y ésta otra?

Ésta es del desfile de Pepa Garrido en We Love Flamenco 2014.

¿Alguien duda de la calidad de ambas diseñadoras?

Creo que todos tenemos claro su prestigio, al igual que de otros grandes nombres del sector.

Pero lo que sí nos está llevando a dudar del futuro de la moda flamenca es este caos que se ha creado de pasarelas flamencas y diseñadores que surgen como setas por cada esquina.

Si sumamos y echamos un ojo al programa de 2015 tanto de Simof como de We Love Flamenco, la lista de nombres que se supone que son diseñadores de moda flamenca es casi interminable.

Las dos que aparecen en estas imágenes sí son diseñadoras, estupendas, trabajadoras y con una gran trayectoria, al igual que, por supuesto Lina, Ángeles Verano, Pol Núñez, Rocío Olmedo, Aurora Gaviño, Cañavate, JLu Zambonino, Juana Martín, Nuevo Montecarlo, MariCruz, Rosalía Zahíno, Molina Moda Flamenca... -seguro que se nos pasa por alto alguno-. Todos ellos tienen años de experiencia.

Y sí, claro que hay que dejar sitio a los nuevos valores, que los hay y algunos que apuntan bien fuerte, pero cada cosa en su sitio. No se puede ser diseñador de la noche a la mañana porque a una o uno se le antoje de pronto que va a inventar un traje de flamenca. Y además, que va a ser original.

Para empezar, con lo segundo pasa que se desvirtúa la esencia de nuestro traje regional y a veces ocurre que la pasarela es -con perdón- un mamarracho.

Y para seguir, ser diseñador implica unos conocimientos no sólo de cómo coger unas tijeras, cortar un patrón y coser, que también es fundamental, al igual que poseer sentido de la estética, pero también hay que tener cultura de moda, saber Historia y no sólo la de la moda, tendencias de otras décadas, evolución de la moda.

También el creador debe estudiar la idea que le ronda por la mente para ver si se podrá hacer realidad y cómo, tener conocimiento de los colores y tejidos, de sus propiedades...

No, no es tan fácil aunque últimamente a veces sí lo parezca.

A todo esto se suma un excesivo afán por el 'yo tengo un cartel más amplio', con más días y más nombres que nadie. A lo mejor la liamos desde este BALCONCITO, pero no puede rellenarse una pasarela con cualquiera y como sea para lograr hacerse con la hegemonía de los desfiles de moda flamenca.

Unos diseñadores eligen pasarela según el precio que tengan que pagar por desfilar y por hacerlo en un lugar más céntrico; otros, porque prefieren un espacio impactante, con gran infraestructura y en donde el protagonista sea el traje de flamenca y no ocurra que el espacio en donde se celebre el evento pueda desvíar la atención del espectador.

O llega a ocurrir que otros no quieren compartir espacio con quienes no llegan al nivel.

Todas son opciones válidas, ya que cada uno es muy libre de buscar su interés como mejor le parezca.

Pero al final se da una situación que puede llevar a que haya nombres que no salten a escena y que deberían ser fijos en cualquier cartel que se precie.

Seguimos sin comprender por qué en esta ciudad la moda no se une, cuando los diseñadores y empresarios del sector, al final, tienen todos el mismo objetivo. Sacar adelante su trabajo y obtener el reconocimiento del público, como le ocurre a todo ser humano. Lo normal, vaya.

En la MBFWM (Cibeles) no desfila cualquiera. Ya, no nos vayan ahora a decir que aquello es el corralito de algunos, porque, aunque así fuera, Cibeles sí tiene nivel, al menos a priori. Además, están unidos en una sola asociación (ACME) y cuentan con un fuerte apoyo por parte de las administraciones. 

Por todo ello, esos grandes nombres que participan en la pasarela madrileña son susceptibles de ser endiosados cuando triunfan o de ser vapuleados cuando no aciertan; ya espabilarán para la próxima edición.

Pero en estas pasarelas de las que hablamos, las de esa moda flamenca tan nuestra, ¿podríamos hacer lo mismo o, en el caso de una crítica negativa, estaríamos hundiendo a una pequeña empresita que no para de trabajar durante el año y que se ve con el agua al cuello por tanto intruso sin estudios?

Jóvenes valores, por favor, preparaos bien porque la Moda -también la flamenca- lo merece.

Ahora sólo nos toca esperar -ya queda poco- a ver qué nos proponen todos, consagrados y recién llegados, para esta temporada flamenca. Seguro que podremos encontrar muchas propuestas bien bonitas y acertadas.